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miércoles, 27 de mayo de 2009

He sentido mi cabello caer en ondanadas

Foto de Rodrigo Nuñez He sentido en mi espalda
el cabello caer en ondanadas
el viento acompañando
la brisa de mayo,
la cadencia, el ritmo,
la noche de nuestros cuerpos acompasados
gozando ad infinitum.
Así alcanzamos el éxtasis o la sombra.
Va más allá del goce, está ligado al extremo del Ser.
He sobrepasado los límites de los sentidos físicos
y creído poseer el cielo en la tierra.
La noche pasa mientras la neblina cae
sobre La Paz casi dormida,
mientras tu cuerpo siembra en mi lo inusitado
lo sublime, la sorpresa,
el asombro, las estrellas.
A lo lejos mi corazón canta
y digo tu nombre,
mi cuerpo estalla y digo que esto no es absurdo
no es vacío ni vanal,
tú y yo absortos,
unidos al fin, pese a todo.