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sábado, 7 de mayo de 2011

Volar

Me recuerdo niña cuando andaba descalza

por las calles pajolientas de ese pueblo perdido en la selva,

las mariposas morían en mis manos porque mi torpeza no sabía de la ternura,

los pájaros que en bandadas caprichosas buscaban su guarida

y yo, con mis alas, que sól alzaban vuelo en sueños, los miraba pasar.

¡qué envidia no poder ser pájaro, no poder remontarme en el cielo!

Hoy con muchos años encima, aún quiero volar y sólo lo hago en sueños!