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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vuelve él

Vuelve él para tomar mi alma
vuelve a seducirme con la fina suavidad de sus palabras.
Viene a por mi, no me engaña
a llenar mi vida de la suya
a beber de mi sabia
a tomar mi cuerpo y llenarlo
de ese goce que sólo juntos podemos crear.
Estos dìas por tener mucho trabajo no podrè actualizar el blog, pero estarè la semana que viene con nuevas actualizaciones, abrazos y alas de mariposa para que se lancen a volar en el espacio

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ha florecido mi vida
con tonos rosas, rojos y verde.
Hay blanco entre las flores y hay blanco entre mi vida y mis sueños.



La pasión amorosa

2.
La pasión amorosa es otra cosa, es un delirio; pero el delirio no es extraño, todo el mundo lo siente aunque no hablen mucho de él. Lo raro es cuando se pierde el delirio: ¿se entra en qué?
Ese delirio se acabó, hoy no siento esa pasión amorosa que sentí los primeros días, los primeros meses y es que las otras cosas no ayudaron a que esta pasión se convierta en amor. Yo decía "te amo", pero eso no lo hacía llevada por el amor sino por la pasión loca del momento. En fin. Yo no te amo, y las otras cosas me acobardaron. No eres para mi y no me gustas para mí.
Este es el verdadero duelo que tu debes vivir si en verdad me necesitabas, pues pedir, mendigar cosas no lleva a nada. En la vida hay que sumar y yo decidí sumar.
El verdadero acto del duelo, no es sufrir por el objeto amado, sino ver un día sobre la piel de la relación, esa mancha llegada allí como el síntoma de una muerte segura: por primera vez dejo solo a quien dice quererme; sin querer dañarlo, es cierto, pero sin volverme loca.

TE amo

Te amo. La figura no remite a la declaración de amor, a la confesión, sino a la palabra repetida del grito de amor. Roland Barthes.
1.
Supremamente dulce la declaración de amor, "te amo" no quiere decir nada.
Te amo es una frase que transmite un sentido, una situación extrema: de apasionamiento, pues la persona está en una relación con el otro.
Te amo, hoy me resulta insulso, sin sentido; pues asume fuerza
cuando lo digo en la noche casi dormida y acaricio su espalda
y siento la tibieza de su ser;
Te amo se dice en un espacio-tiempo de éxtasis supremo,
sale de adentro, sin ningún ritual; las situaciones en que digo Te amo
no pueden ser clasificadas; son pues irrepetibles e imprevisibles.
Decir te amo, no es cualquier cosa; por ejemplo me gusta decir "Te amo"
cuando en el extremo del éxtasis sale como un susurro,
como un grito apagado, profundo, extremo, de un corazón que acelerado
palpita y se agita.
"Te amo", suena a música, a río que te lleva de espaldas
vogando aguas abajo.
Al vuelo de un ágila remontando la montaña
que te eleva y espera una respuesta.

lunes, 13 de septiembre de 2010


A veces le hablo a tu alma
no sé si la sientes.
Voces van, palabras llegan...
despierto en la noche
toco tu cuerpo
una promesa entonces
un gesto apenas
para sentir que esto es cierto.

El amor sólo llega cansado

Una noche me presguntaste si te amaba,
dije que sí
y es que el amor es un estado que no elige a quien amar
porque no sabe hacer otra cosa.
El amor sólo llega fatigado, cansado ya de tanto escapar
liberado del miedo
dejándolo ser,
amor eres tú!

Solo

Sólo el silencio y tu cuerpo
que se abre a la subversiva urgencia de mis pasiones

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Por tí inventaría cada día nuevas formas de amar
escaparía de la rutina
y te enseñaría cómo cada instante se vive el presente,
te haría consciente de la noche, de los gestos, las ilusiones
los besos, las caricias y ese sentir presente
gozándolo ad infnitum.
Cuando te siento dentro mío
nada a es comparable a ese instante
quisiera sentir eso ad eternum
porque arde el fuego kundalini
y yo me muevo lentamente
dejando que el placer recorra mi columna
suba hacia el cerebro para lanzarlo hacia el infinito.

Sobornarte

Puedo buscar en tu pecho
la ternura y el sociego.
Puedo encontrar en tus manos
la caricia y el amparo.
Puedo llegar a tu boca y sobornarte
con besos caprichosos, risas y aleteos de mariposa.
Puedo ser una luciérnaga subiendo por tus piernas,
o un gigante sacudiéndose por la pasión orgásmica
que me produce tu cuerpo en movimiento.
Puedo ser un hilo de miel que baja de tus labios
hasta el dorso, los muslos, la cintura, la redondez del ombligo.
Puedo desvanecerme en ti como un terroncito de azúcar
en el café de la tarde.
Puedo ser ajenjo amargo en tu pecho
y hacerte perder la sensatez y la cordura.
Pero sobretodo, puedo volar ininterrumpidamente
por ese universo que es tu piel,
que es la geografía de tu cuerpo.