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sábado, 1 de noviembre de 2008

Me diste la ternura

Me diste la ternura
la pasión el embeleso
las noches coloridas
el terrón de azúcar- miel,
el sueño del alba,
el sentir de la piel.

Las manos- el dorso desnudo,
pero también la tristeza del domingo,
la mano endeble perdiéndose,
el café frío en la noche de invierno.
Ahora me doy cuenta
que acercando mis sentidos a ti
Tu me envuelves…
te fundes como la hiel en un fruto amargo,
y el olor de la selva que te nombra.

Un atardecer en la moxitania,
el sol perdiéndose en la noche,
los nombres de otros nombres
que te nombran
un silbido de pájaros.

Ay! Amor
todo sobre ti vuelve a tocarme…
vuelvo a sentir el galope
de mil potros
correteando en la pampa verde
verde río.
Ven! Líbrame de la noche insomne
de la muerte…
Sumérgeme en tu caricia,
retiéneme en tu pecho.
Haz un hueco en tu corazón,
guárdame, guárdame en ti
como la niebla.

Trae el cielo a la tierra y la habita


De vuelta a la noche
donde dejé un rato
viajar la memoria
y agarré un cometa
que pasó fugaz por mi ventana,
bebí un vino rojo
escuchando a kítaro
bajo el alero
de los cuadros de Klim,
y esa luz difusa
de la lámpara con personajes
deformes de la Ejti Ejtih
donde cuelgo mi piel.

Acrecenté la nostalgia y viajé
por ese territorio que es tu cuerpo,
ví tendida la piel y acerqué mis labios
besé tantas veces
que respondió el asombro
tu cuerpo doblándose
retorciéndose de placer
e hice sobre ti el sacrificio
de gritar tu nombre al viento
de recoger luego del éxtasis
la sensación exacta que trae el cielo
a la tierra y la habita.

En todas las formas te hallé


Dios! desde todos los puntos
veo la ciudad dormida
en un caos planetario.

Dentro de todas las formas
te hallé.

No existe más el miedo,
las sombras, el túnel
ni el bajo mundo que antes
percibí.

Es de noche y nada me impide
cerrar los ojos y unirme a tu ensueño.
Todo es fácil al trasponer
el umbral que nos separa
ya que no tengo miedo
de bajar al abismo
y escuchar la siniestra furia
de ondinas y salamandras,
agua y fuego juntos
la tierra sacudiéndose
en un espasmódico
orgasmo
girando el eje y acomodándose
a la polaridad de los Andes.

Ven! haz que desgarre el velo!
quiero confesarte mis infamias!
De la interminable boda de lujuria y deseo,
del vino, de los hombres que nunca tuve
pero que amé,
su elixir.

Del mal que me atrae,
me envuelve, me domina,
que ya expié al amar como nadie.
Que pagué la pasión, el placer
la locura, la interminable boda
de lujuria y fuego.

Amé a los hombres que pude
quienes me enseñaron del dolor
el llanto, la sangre, la noche
y un alma pequeña oculta
dormida aún en sus corazones
y sin embargo en cada uno de ellos te hallé!

Rasga mis vestiduras
tómame fieramente,
que en mi piel queden marcas de tu deseo ferviente...
Ríos de pasiones desbordadas recorren mis caminos
y te llevan silentes a cascadas de pasiones ocultas,
mis mares contenidos...
Nada en mis aguas sin prisas,
ni sentido. Solo déjate ser caricia,
sé de mi piel oxígeno.
Que yo respiraré de tus ansias,
tú profundizaras en mis abismos...
Tómame como quieras,has de mi piel tu sino.
Y después que me ames ya no serás el mismo...
Anonimus
Soplaré suave para que la luz llegue a ese túnel
donde habita solo la oscuridad y el miedo
En ese cuerpo esculpido por los dioses
haré un pozo para que emane sal
azúcar, miel, terroncitos de luna llena.
Acurrucaré mi cabeza sobre tu espalda
y mis cabellos largos se desplegarán
sobre tu piel
y te cubrirá todo.

Lame

Fotografía Del blog Deseo en la Piel
Abrázame con un abrazo intenso,
bebe la miel,
lame, vive, muerde
el sudor que mi cuerpo destila
cada vez que te amo

LAS hIJAS DE DYANGO- CUENTO

Fotografía del blog art erotic


Las Hijas de Dyango, es el cuento más famoso que escribió Roxana Sélum Yabeta, en este primer capítulo, se narra en general sobre las tres hermanas Calcuta y Ernestina Flores - la madre- en lo que va de la semana, se irá describiendo lo que hace cada una de las Hijas de Dyango, sus amores, sus pasiones, los juegos eróticos que practican y los hombres que mueren por ellas. Imperdible!!!!!



Capítulo 1
Nacieron dispuestas para el amor estas tres hermans, en un lugar habitado por el verde de los árboles y por el calor insuperable del verano tropical. Hijas de un padre clandestino del que sólo se supo su sobrenombre - el Calcuta- quien pernoctó una noche de tormenta en el pueblo, pues iba de paso. Supo de la casa de placeres de Ernestina Flores y dejó su huella innegable en esta mujer querendona que lo único que sabía hacer, era el amor, porque es lo más fácil decía: abbrir las piernas y menearse como hamaca!.

Se iniciaron pronto en los afanes de la pasion y de sus artes, filosofía que aprendieron de la propia madre, porque constantemente repetía: cobren, disfruten y hagan felices a los hombres.

No fue necesario enseñarles nada, porque todo lo aprendieron en la escuela de guerra de la vida. Ernestina Flores jamás trató de ocultarles a sus hijas lo que hacía, ni escapar a sus inocentes miradas. antes de aprender a leer o escribir, ellas ya sabían cuándo el hombre está exitado, por qué las pupilas se dilatan, la respiración se les acorta y despreden un olor a animal salvaje. Se ganaron el apodo de las "hijas de dyango porque tiraban a matar2 dicho que fue pronto confirmado no sólo por lo insólito de sus quehaceres, sino por los líos que más tarde armarían en el pueblo.

Organizaban buris en el patio de la casa tomando culipi barato, también juegos al pato enterrao al estilo romano y a la gallinita ciega. todos los premios se pagaban en buena ley, el premio maor era acostarse con las tres hermanas, cosa que muy raras veces ocurría. La entrada a la velada costaba sólo diez reales, bailaban hasta el amanecer, todos los hombres del pueblo asistían a las jaranas. No hubo uno sólo que escapase a los encantos de las muchachas; las mujeres las odiaban, ellos las adoraban.

Las Hijas de Dyango tienen que trabajar para comer. No dejan nada en su sitio. son como un torbellino de pasiones, no respetan ni solteros, solterones ni casados. Tienen el color del sol en su piel aceitunada, el sabor de la miel en sus pezones que como granada madura se abren al primer roce.

Con el aire tropical en sus cabellos y el vaivén del río en sus caderas, conservan esa candidez de niñas perdidas por el vicio; sin embargo son tan adorables en su entorno, en sus contornos, en ese mundo gris y sin retorno.


A las yeguas más hermosas del corral se parecen. sus muslos son como peces frecos que nadan y coquetean en el río, sus pechos, son como fruta fresca, y dicen que son malas, ¿já! los que dicen que son malas, no saben cómo hacen temblar de pasión sus embelesos
.
Cap. 2
Mariel Calcuta
A Mariel Calcuta se le fueron las piernas de purito enredo pasional, aquella noche que dejándose amar por José María roca lo ahogó en el acto. Ella sentada al borde de la cama, él de rodillas lamiendo su fruto jugoso, las piernas entrecruzadas alcuello del hombre, en pleno éxtasis perdió los estribos, lo ahogó con su entuciasmo. Reaccionó cuando vio que el hombre no se movía y aflojó el arma asesina, en vano fueron las respiraciones boca a boca, los pañitos mojados con agua fría y los gritos de la madre y las tres hermanas, el sujeto gozó hasta el fín. José maría roca murió en el campo de batalla, lo que permitió que la casa de placeres de Ernestina Flores se haga famosa, donde parecía habitar el mismísimo demonio.
Ocurrió entonces que, agobiado por la soledad, los achaques de la vejez, don Zoilo cortez supo de los prodigios maravillosos de estas mujeres y fue a morir a la cama de Selva Calcuta, preso de un atque cardíaco. Abusó de su salud y de su edad pero pensó "más vale morir gozando que vivir recordando".
Murió esa misma noche, su corazón no estaba para resistir esos trotes. sin embargo, como adivinando su destino y como pago, llevó de regalo a la mujer de sus sueños, un cofrecito lleno de condecoraciones de guerra y libras esterlinas, las mismas que Selva arrinconó y nunca jamás en la vida las usó por los recuerdos ingratos de aquella fatídica noche.
Por último, a Isabel Calcuta se le fueron las manos cuando un visitante, desconocido viajero, se negó a pagar su cuota de placer y fue echado como Adán del paraiso, desnudo y a la fuerza. Quería seguir tomando sin pagar ni un solo real, isabel en un arranque de furia agarró la tranca de la puerta y za! en la nuca. Murió en seguida con los ojos abiertos al cielo clamando misericordia. no hubo persona alguna que reclame su cuerpo. dicen que su alma anda vagando y en noches de luna llena se lo escucha llorar. Las viejas beatas no le dan misa porque no saben ni su nombre, solo lo recuerdan como el muertito errante o el deudor ambulante.

Las hijas de dyango tienen el alma curtida por el flete continuo de su cuerpo, tienen el color de la luna en sus caderas, el color del sol en sus nalgas de fuego y dicen que son malas. Quienes dicen que son malas, no saben cómo hacen saltar de amor sus prodigios y embelesos.
Selva Calcuta
Selva Calcuta, tiene el alma curtida por el flete continuo de su cuerpo. Posee la mirada dura y el corazón abierto. Sus muslos larguísimos y dorados son semejantes a las palmeras que erguidas desasfían al viento. el frío de las noches invernales y el hambre, le arrancaron de cuajo las esperanzas de casarse un día y pertenecer a un solo hombre, prefirió ser deseada y admirada como una de las mujeres más hermosas de la región.
Ella es quien organiza las veladas, es la anfitriona, tiene la mente ágil para organizar diferentes concursos como "la gallinita ciega", "el pato enterrao" o la "danza árabe". La gallinita ciega es un juego simple pero perverso, como diría luego de eperimentarlo un lugareño. consiste en pintar en la pista de baile un círculo grande con harina blanca, alreadedor deben colocarse quince hombres desnudos y con los ojos vendados. Vendrá bailando una de las hermanas Calcauta desnuda y bañada todita en aceite de almendras, ella, seducirá alos hombres acercándose insinuante bailando al son de una tonada, ellos a su vez tratarán de agarrarla sin salirse de la marca blanca, quien pase la marca blanca, sale del juego y paga 50 reales. Poco a poco, ella irá eliminando a los concursantes, deslizándose como un pez, se quedará con el hombre más astuto, si este resiste la prueba.