Hay cosas en la vida, tan fuertes que a veces una quisiera arrancarse los ojos y comérselos! ó vomitar en la cara de un político.
Ocurren cosas tan horrendas que es como si Dios se empecinara en que las sufras,
son como la muerte o peor aún, son como yeguas apocalípticas que te manda la muerte!
No suceden siempre, pero suceden... son como un viento récio que se lleva todo
o como un temblor que te deja en la nada, con una simple palabra en la boca: se me heló la sanfre!
y... las mujer pobre... vuelve la mirada, como cuando una mano despeina las tristezas
y vuelve a confiar, y vuelve a creer. Hay cosas en la vida, que las entiendo, pero se que las tengo que pasar.