Datos personales

miércoles, 14 de abril de 2010

La cruel ceremonia de la nada


No te quedes quieto ante tanto avasallamiento
no tengas miedo, no escapes
no seas frágil como un gusano
no seas caricia ni guante (Cortázar)
tampoco cobarde y mentiroso.
Prefiero mil veces el escupitajo
las frases certeras
que la cruel ceremonia de la nada
la recurrente caricia que engaña, miente, miente
para no decir, para no hablar, para escapar.
Por eso varón!
hostígame en la sangre,
dime lo que quieras
pero no me mientas!!

Yo te pido


Yo te pido
No me pierdas como agua que se resbala en tus manos,
No me digas que me quieres, inventa frases nuevas
no seas miel y ajenjo,
Guarda tu amor humano. Regálalos.
Ven a mi como un león rugiendo.
Grita. vomítame fuego en el rostro.
No me importa amarte en pleno día,
saber que juegas de cara al sol y a las mujeres,
anda, compártelas.
Yo te pido la rarísima ceremonia del descaro,
lo que nadie te pide: los tuétanos, hasta el hueso.
Arráncame el pellejo si quieres,
oblígame a mostrar mi rostro verdadero.

No te quedes calmo

No te quedes quieto esperando el invierno,
no seas calmo ni hiriente, yo te pido
la cruel ceremonia de lujuria y vino,
lo que nadie te pide: Ven! aquiétame, sorpréndeme y prosigue.
Despierta en vos las pasiones dormidas
descubre tu mundo, tu dios, tu ser varón.
Anda: No seas mano ni guante,
despierta, asómbrame y prosigue!!