No me pierdas como agua que se resbala en tus manos,
No me digas que me quieres, inventa frases nuevas
no seas miel y ajenjo,
Guarda tu amor humano. Regálalos.
Ven a mi como un león rugiendo.
Grita. vomítame fuego en el rostro.
No me importa amarte en pleno día,
saber que juegas de cara al sol y a las mujeres,
anda, compártelas.
Yo te pido la rarísima ceremonia del descaro,
lo que nadie te pide: los tuétanos, hasta el hueso.
Arráncame el pellejo si quieres,
oblígame a mostrar mi rostro verdadero.
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