Ahora en esta hora inocente en la que te espero
yo Roxana y la que fui
nos sentamos a la orilla del tiempo.
6.
Es la hora recurrente del deseo
de ser la niña que fui, la adolescente, la joven
que corría por las plazas desnudándome a tu lado
desafiando la noche, las miradas y una sociedad dormida.
7.
He pasado la dulce metamorfosis
de ser la mariposa convertida en araña
que teje y desteje para esperarte.
Niña de seda subida al borde del precipicio
y te espera