Tiempo de vanos discursos
de retórica e improvisación,
donde se desnuda el alma
de hombres sin rostro,
con escamas y lepra.
El giro de la tierra
los está anulando,
se nota a leguas
cómo han vuelto a comer
su propio vómito,
como perros hambrientos
olfatean la nada,
buscando de que árbol asirse.
Un tiempo a la deriva
sin tiempo, sin amigos
una época sin patria,
días que parecen noches,
hombres que parecen
murciélagos,
un viento helado
que corta como silex.
El río trae basura
fluyendo indiferente
y la patria parece
un leviatán dormido.
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