3.
Esa vida que mi cuerpo ocupa en el universo, es apenas una tenue luz
cintillante, maravillosa y fuerte.
Pero esta vida que inventé, el espacio que habito
es un reino que me llena y me besa.
Libre ya de un mundo de pesadilla, poblado de fantasmas
de espectros y de seres inhospitos
murciélagos que chupaban la sangre, espectros alados
vestidos de hombres,
se han ido.
Se ha marchado el miedo aquel a la noche
a la muerte y a la vida.
No existe más el mundo de maya plagado de fantasías
de creencias inútiles y falacias inventadas
por un hombre que amé como a nadie.
Solo existe esta vida que me habita
que me sueña, y me besa, que me invade en las noches
y este amor que caminó conmigo.
Continuará...
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