decirte que te marches, pero no, tu imagen salta,
da batalla... viene a por mi, viene por sus fueros, se instala,
da vueltas por el cuarto; y de pronto se vuelve materia,
risa, beso, carne, ojos, sangre, sudor, ternura, pasión.
Podrías irte de aquí llevando tu fuerza,
el cinismo y todas esas cosas tontas que pensabas.
Podriamos ambos rendirnos,
acabar con esta guerra,
con esta nada que a otra nada nombra,
podríamos darnos una tregua...
Yo podría por ejemplo amarte con violenta ternura,
apaciguar el odio que aún perdura,
que es el otro lado de este dar y no dar,
ese regateo inútil, esquizofrénico que quema mi pecho,
que me arrastra y entristece.
Podrías irte del todo,
podría decirte que t evayas,
pero aún tu nombre me llena y me besa.
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