२.
Pues existe una ley que no debo transgredir y que debo cumplir en homenaje a la realidad de tu cuerpo,
aun a costa de recuerdos dolorosos, y de noches interminables de llanto, tuve que dejarte ir, y recogerme al espacio de otro cuerpo, mientras vos; dormías en la dulce simetría de otros senos, yo cerraba los ojos y me dejaba querer.
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